lunes, 14 de marzo de 2011

4. LOS MODOS DE RESOLVER LOS CONFLICTOS

¿Tiene razón siempre el fuerte?



Solo hay un modo de resolver un conflicto. De resolverlo de verdad. Y empieza siempre escuchando a todas las  partes afectadas y hay que saber ponerse en el lugar del otro.
Normalmente un mismo hecho tiene muchas caras y cada parte tiende a ver una.
También hay que tener en cuenta que las circunstancias que rodean un conflicto, no siempre son las mismas. Por ejemplo:
·         Hecho: hay una silla y dos personas.
·         Conflicto: las dos personas se quieren sentar.
·         Circunstancias:
ª     Una de las personas tiene 25 años y la otra 76.
ª     Las dos personas tiene parecida edad.
ª     La primera persona está embarazada y la otra viene de fiesta.
ª     El más joven viene de trabajar y el de mediana edad acaba de salir de su casa.
En todos estos ejemplos podemos ver como las circunstancias que rodea a cada uno pueden agravar o atenuar las necesidades reales de ocupar la silla.
Por esto es muy difícil intentar resolver un conflicto sin haber escuchado a todas las partes ya que normalmente nadie tiene siempre toda la razón.
Para resolver un conflicto lo primero que hay que tener en la intención de querer solucionarlo. La solución debe de resultar lo más beneficiosa para todas las partes. Para ello hay que negociar buscando y aportando distintos caminos, hay que ser creativo y no dejarse vencer por las rutinas, por lo más cómodo o por los egoísmos y no pensar siempre en el beneficio de una sola persona.
Hay que asumir que las soluciones siempre pasan por algún cambio.
En las negociaciones siempre hay que hacer concesiones. Esto no significa que uno sea más débil que otro. Al contrario ceder por el bien común te hace ser más responsable.

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